viernes, 20 de febrero de 2015

LOS TRES PISTOLETAZOS QUE LASTIMARON LA EDUCACIÓN PERUANA


Pool César Ortiz Sandoval
Lic. En Educación

Nuestro país, desde que se integró a la evaluación internacional PISA, organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha ocupado los últimos lugares en comprensión lectora, matemática y ciencias.
El año 2009 ocupó el puesto sesenta y tres (63) en comprensión lectora y matemática, de sesenta y cinco (65) países que participaron, y el lugar sesenta y cuatro en ciencias.

En la última evaluación PISA del 2012 ocupó el último lugar en las tres áreas. Y nace la gran interrogante: ¿Qué ha pasado con nuestra educación? ¿Siempre ha sido así? ¿En qué momento se malogró nuestro sistema educativo?, pudiera resultar muy fácil culpar a los docentes y asunto solucionado, pero el problema no estriba allí, es mucho más complejo y delicado. Acompañame en este breve análisis de investigación que he tratado de sintetizar en esta búsqueda de la revaloración de nuestra carrera docente.


El estado peruano desde la época de Ramón Castilla ha intentado convertir la enseñanza, que en un inicio era una labor religiosa, en una carrera pública desde el siglo XIX. Periodo desde el cual se ha implementado todo un sistema educativo enmarcado en la promulgación de una serie de leyes que se han ido modificando y derogando a través del tiempo, como la "Ley Orgánica de Educación Pública (Nº 9359)" promulgada por Manuel Pardo  en 1941, "Ley del Estatuto y Escalafón del Magisterio Peruano" (Nº 15215) emitida en 1964 durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry, el decreto ley Nº 22875 "Ley del Magisterio" de Francisco Morales Bermúdez de 1980, la "Ley del profesorado  Nº 24029 durante el segundo gobierno de Fernando Belaunde Terry en 1984 que luego fuera modificada en el primer gobierno de Alan García con la ley Nº 25212 en 1990, la "Ley general de educación" Nº 28044 promulgada durante el gobierno de Alejandro Toledo en el 2003, la ley de la Carrera Pública Magisterial Nº 29062 del 2007 en el segundo gobierno de Alan García y finalmente la Ley de "Reforma de la Carrera Pública Magisterial", que eliminó la ley del profesorado y la ley de la Carrera Pública Magisterial, durante el actual gobierno de Ollanta Humala.
Estos intentos de mejorar la educación, reforma tras reforma, no han hecho otra cosa más que desorientar y confundir al magisterio peruano. Desde este punto partimos en este análisis. 
Las leyes que ha generado el estado para mejorar la calidad educativa han sido siempre fexibles y han ido modificándose gobierno tras gobierno, inestabilizando nuestro sistema educativo.
¿Será la nueva ley de "Reforma", el último peldaño para lograr la excelencia?

Lamentablemente es una ley que presenta algunos problemas siendo uno de ellos la base del sueldo magisterial que apenas a mejorado en un 17% y como diría José Rivero Herrera (Presidente de la mesa de Desarrollo Docente del CNE): "Existe una pérdida de credibilidad en el MINEDU en la aplicación de esta ley de Reforma Magisterial y los docentes contratados siguen sin solución, afectados por concursos anuales, en permanente inestabilidad."

PRIMER PISTOLETAZO:

"En el primer gobierno de Fernando Belaunde podemos decir que hubo un cambio de rumbo en la educación. Se partió de un principio que en sí mismo no sería discutible: Nadie debe quedar sin escuela. Sin embargo, no se tuvo en cuenta que para dar cumplimiento a este axioma era necesario destinar un mayor porcentaje del presupuesto, era necesaria la construcción de locales escolares adecuados y había que preparar al profesorado. Se exigió que se recibieran más alumnos de los que realmente podían contener las aulas y éstas terminaron con cerca de 60 alumnos. También se trató de formar docentes abriendo Escuelas Normales en todas las provincias y muchos distritos, pero no se tuvo en  cuenta que se requería profesores adecuados al nivel de la formación de maestros, y al no existir éstos ingresaron a la docencia quienes apenas estaban capacitados para la enseñanza escolar, a veces simples egresados de la Secundaria y en ocasiones sin haberla siquiera terminado. Fue una carreta desenfrenada para graduar normalistas que cubriesen las plazas que se requería, por el afán de cumplir la máxima, de que no debía quedar ningún niño sin escuela".


En su primer gobierno de Fernando Belaunde, se produjo un aumento a los docentes con la aplicación de "La ley del estatuto y Escalafón del Magisterio peruano", ya que el presupuesto destinado a la educación del país representaba el 5,7% del PBI, una cifra inédita hasta ese entonces. Según Hugo Díaz (Especialista en el estudio y evaluación de políticas educativas): "En valores reales, el docente peruano de hoy día gana solo el 12% de lo que percibía en 1965." 

Los aumentos oscilaron entre S/ 5 877 soles y S/. 11 487.43 soles. Sin embargo solo duró pocos años por falta de presupuesto.

Este es para mí, el primer pistoletazo a nuestra educación. Mientras en esta época fué disminuyendo el presupuesto educativo en nuestro país, en el continente asiático comenzaron a invertir en el desarrollo de ciencias, tecnología e investigación.

En el Perú llegaron más estudiantes al sistema educativo, pero no se mejoró el pago de los maestros, ni la inversión por cada alumno y tampoco la infraestructura.


Tenemos como ejemplo Singapur, que en la última evaluación internacional de la OCDE ocupó el segundo lugar en matemática, comprensión lectora y ciencias. Solo los mejores estudiantes pueden acceder al Instituto Nacional de Educación donde se forma al profesorado, que es considerada una profesión prestigiosa con un salario similar al de un ingeniero, unos 35 000 euros anuales, que en nuestra moneda sería S/.122 500 soles al año, muy diferente al aproximadamente S/.14 400 soles anuales que gana un docente peruano y ni que decir de los contratados o auxiliares.

En Luxemburgo un profesor gana al mes aproximadamente 9 450 dólares, en nuestra moneda sería 29 020.95 soles. Para citar otro ejemplo, en Japón gana un aproximado de 2 525 dólares al mes (S/.7 754.27 soles), en Estados Unidos 3 167 dólares mensuales, en México 1 250 dólares al mes y para citar un último ejemplo, aquí nomás en Uruguay, un país más pequeño que el Perú, un profesor gana 870 dólares mensuales, que aproximadamente en nuestra moneda sería S/. 2 671.77 soles.  

SEGUNDO PISTOLETAZO:

Siempre ha sido el estado quien se ha encargado de desvalorizar nuestra carrera y ponerla como última opción en las universidades y centros superiores de estudio. Todo se originó en los años ´60 y ´70 cuando se permitió el nombramiento de docentes con baja o nula formación profesional, llegando incluso  casos en que con primaria o secundaria completa se ingresaba al magisterio.

Fué durante el primer gobierno de Alan García que se modificó la ley del profesorado. El artículo sesenta y seis de la ley emitida por Fernando Belaunde ( 24029) prohibía el nombramiento de profesores sin título: "Queda prohibido el nombramiento de personal docente en calidad de titular o de interino para aquellas personas que solo cuentan con estudios completos de educación secundaria."

Sin embargo se modificó la norma, estableciendose la modificatoria Nº 25212 que en su artículo 268 decía: "A falta de profesionales de la educación que soliciten reasignación, reingreso o nombramiento, en casos estrictamente necesarios se podrá cubrir las plazas vacantes y de incremento docente ubicadas en áreas rurales, mediante reasignación o nombramiento interino de docentes sin título profesional pedagógico, de acuerdo al orden de prioridades establecido en el artículo 66 de la ley del profesorado, previa evaluación excluyente a cada grupo."

Aquí se dió el segundo pistoletazo a nuestra educación. El inicio de todo un proceso de desvalorización de nuestra profesión docente, ya que cualquier persona podía desempeñarse en esta función. Muy diferente a los sistemas educativos en los países que lideran hoy día la educación mundial donde solo los mejores estudiantes que hayan alcanzado el puntaje establecido por el gobierno, pueden competir por una vacante y se exige que un profesional de la educación tiene que tener como mínimo seis años de estudios universitarios además de un alto grado de prestigio social.

TERCER PISTOLETAZO:

El deterioro de la formación magisterial en institutos, Universidades y programas que se han venido implementando en los últimos años con profesores de educación superior de escasa formación académica.

Puedo decir, con toda seguridad, que fué durante el gobierno de Alberto Fujimori que se agudizó la problemática de la desvalorización del profesorado, ya que en esta época proliferaron los institutos pedagógicos particulares.

Hoy tenemos Universidades donde la carrera de educación es la más barata y menos exigente, razón por la cual que un buen porcentaje de jóvenes que no disponen de muchos recursos económicos llegan a las facultades de educación como última alternativa de superación profesional.
Institutos pedagógicos públicos y privados como pulgas en la panza de un perro que no les interesa la formación pedagógica sino la mercantilización de la educación que profundiza aún más la inequidad educativa ante la indiferencia del estado.

Finalmente tenemos los programas de formación docente, donde sólo asistiendo sábados y domingos puedes obtener  tu título de licenciado en educación. 

Estas situaciones deberían preocuparle al estado si pretende mejorar la calidad educativa en el Perú, en lugar de estar jugando a crear y derogar leyes, exigiendo más a los docentes y dándoles muy poco, como si nosotros fuésemos culpables de la nefasta administración que durante años ha realizado del magisterio.




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